Antes de empezar a pintar con el rodillo, usá un pincel de aprox. 5 cm para pintar los zócalos, marcos de las puertas y ventanas, esquinas de paredes, llaves de luz y enchufes.

Volcá  una buena cantidad de pintura en la bandeja que utilizarás para mojar el rodillo -sumergilo en la pintura y movelo para los lados hasta que se cubra de pintura-.

Trabajá con el rodillo en forma de zigzag sobre una superficie de un metro cuadrado aproximadamente. No presiones demasiado intentando lograr una cobertura uniforme.

Reducí la presión sobre el rodillo antes de retirarlo de la pared para lograr un acabado libre de vetas.

Asegurate de contar con suficiente tiempo en el día para aplicar dos manos de pintura. 

Deberías esperar que la primera mano de pintura se seque antes de aplicar la segunda, tené en cuenta los tiempos de secado que te diga la lata para lograr un acabado parejo.

Si volvés a usar el rodillo al día siguiente, colocalo en la bandeja y envolvelo con una bolsa adherente para evitar que la pintura se seque.